En un mundo perfecto, la ciberseguridad y los profesionales de TI identificarían las vulnerabilidades potenciales y colocarían parches de forma proactiva contra todas ellas, de modo que sus organizaciones podrían protegerse contra todos los vectores de ataque conocidos. Pero aunque que la transformación digital ha dado lugar a nuevas oportunidades de crecimiento, también ha introducido áreas de riesgo inexploradas.